Síndrome de Sjögren

 

El síndrome de Sjögren es una enfermedad reumática crónica. Sus características más comunes son la inflamación y destrucción de las glándulas salivales y productoras de lágrimas. Como resultado, las personas que padecen el síndrome de Sjögren tienen cada vez menos lágrimas y saliva y experimentan sequedad en los ojos y la boca. Otras glándulas productoras de humedad también pueden verse afectadas y causar sequedad en la nariz, irritación de garganta, piel seca o pérdida de lubricación vaginal. Esta enfermedad puede ser leve, por lo que los afectados pueden no buscar atención médica en absoluto. En otros, el síndrome de Sjögren es más grave con artritis, erupciones cutáneas, afectación de los vasos sanguíneos, los pulmones o los riñones. El síndrome de Sjögren puede ocurrir solo (síndrome de Sjögren primario) o en asociación con otra enfermedad reumática autoinmune como la artritis reumatoide, la esclerodermia o el lupus eritematoso sistémico (síndrome de Sjögren secundario).

¿Qué causa el síndrome de Sjögren?

No se conoce la causa del síndrome de Sjögren. Los científicos creen que puede ser hereditario y/o de origen infeccioso. Las células inmunes (linfocitos) se encuentran en los tejidos glandulares y causan una inflamación crónica que conduce a la destrucción de las glándulas.

¿Es frecuente el síndrome de Sjögren?

El síndrome de Sjögren es más común de lo que se creía originalmente. Afecta a alrededor del 0,05 % de la población caucásica. Este trastorno es 10 veces más común en mujeres que en hombres. La edad habitual de aparición es entre la cuarta y la quinta década, pero puede ocurrir a cualquier edad.

¿Cuales con son los Síntomas del Síndrome de Sjögren? 

Como se mencionó, esta enfermedad causa sequedad en los ojos y la boca. Cuando los ojos están secos, la persona puede experimentar cansancio y una sensación de arenilla en los ojos. A veces, puede haber picazón, dolor o incluso dolor en los ojos. En casos graves, los afectados se darán cuenta de que tienen pocas o ninguna lágrima y de que los ojos pueden estar enrojecidos. La falta de saliva hace que la persona beba agua con frecuencia, especialmente al hablar. Los labios y la lengua pueden doler e incluso agrietarse. La comida tiende a pegarse a los dientes y las personas con una mala higiene bucal pueden sufrir caries dentales a una velocidad muy acelerada. Algunas personas pueden experimentar hinchazón intermitente de las glándulas salivales, que aparecen como hinchazones en los lados de la cara (glándulas parótidas) y debajo del mentón. También pueden estar secas otras zonas, como la nariz, la garganta (glándulas submandibulares), la piel o la vagina. Las personas afectadas pueden tener dolor e hinchazón en las articulaciones, erupciones cutáneas o dificultad para respirar (si hay afectación pulmonar). También pueden sentirse cansadas todo el tiempo y quejarse de falta de energía. En un número muy reducido de pacientes, el síndrome de Sjögren se asocia a linfoma, pero esto sucede muy rara vez.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de Sjögren?

Si se sospecha el diagnóstico de síndrome de Sjögren, se realizarán análisis de sangre que miden autoanticuerpos específicos. Se debe realizar una sencilla prueba de Schirmer, que mide la cantidad de lágrimas que se forman con una tira de papel secante. También se puede derivar al paciente al oftalmólogo. Se puede realizar fácilmente una biopsia de una de las glándulas salivales, normalmente del labio inferior, para demostrar la presencia de inflamación en las glándulas salivales. Es posible que se requieran otras pruebas para distinguir el síndrome de Sjögren de otras causas de sequedad de ojos y boca.

¿Cuál es el tratamiento el síndrome de Sjögren?

A muchos pacientes se les puede ayudar a controlar los síntomas. Las lágrimas artificiales, los enjuagues bucales especiales, las pastillas o los sorbos de agua, los medicamentos para estimular la secreción de saliva, los humectantes para la piel y el lubricante vaginal proporcionan alivio sintomático. Las visitas regulares al dentista son importantes para quienes tienen una pérdida salival significativa. Para quienes padecen artritis o dolor articular relacionado con esta enfermedad, los medicamentos antiinflamatorios no esteroides y la hidroxicloroquina son los medicamentos que se utilizan habitualmente. A veces, pueden ser necesarios corticosteroides orales para el tratamiento de la fatiga, el agrandamiento de las glándulas salivales y la afectación de algunos órganos importantes. En raras ocasiones, pueden ser necesarios inmunosupresores como la ciclofosfamida.

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https://rheumatology.org/patients/sindrome-de-sjogren

https://sjogrens.org/understanding-sjogrens

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